20120501

Repaso de la Escuela, SEMANA 30 ABRIL 2012

Repaso de la Escuela del Ministerio Teocrático


Las preguntas que aparecen a continuación se analizarán en la Escuela del Ministerio Teocrático en la semana del 30 de abril de 2012. Además de la referencia, se indica la fecha que corresponde a la semana en que se presenta cada punto. El objetivo es que en su preparación semanal para la escuela incluya un análisis de cada pregunta.
1. ¿Por qué nos conviene estudiar el libro de Jeremías? [5 de mzo., si pág. 129 párr. 36.]
36 Esta profecía inspirada es del todo edificante y provechosa. Mire al ejemplo valeroso del profeta mismo. Fue denodado al proclamar un mensaje impopular a un pueblo impío. Rechazó la amistad con los inicuos. Comprendió la urgencia del mensaje de Jehová y se dio de todo corazón a la obra de Jehová sin renunciar. Para él la palabra de Dios fue como un fuego en sus huesos, y fue el alborozo y regocijo de su corazón. (Jer. 15:16-2020:8-13.) ¡Siempre seamos tan celosos como él por la palabra de Jehová! También demos apoyo leal a los siervos de Dios, como hizo Baruc para con Jeremías. La obediencia sincera de los recabitas es también un ejemplo espléndido para nosotros, e igualmente la consideración bondadosa de Ébed-mélec al profeta perseguido (36:8-193235:1-1938:7-1339:15-18).
2. ¿Cómo puede Jehová librarnos de la persecución? (Jer. 1:8.) [5 de mzo., w05 15/12 pág. 23 párr. 18.]
18 Dios dijo al profeta Jeremías: “Yo estoy contigo para librarte” (Jeremías 1:8). ¿Cómo puede Jehová librarnos de la persecución hoy día? Puede hacer que se levante un juez imparcial como Gamaliel o que un funcionario corrupto u opositor sea súbitamente reemplazado por otro más razonable. No obstante, a veces, también puede dejar que la persecución siga su curso (2 Timoteo 3:12). Si Dios permite que nos persigan, siempre nos dará las fuerzas necesarias para aguantar (1 Corintios 10:13). Sea lo que sea que él deje que suceda, sabemos con certeza lo que ocurrirá finalmente: quienes luchan contra el pueblo de Dios están luchando contra Dios y no tendrán éxito.
3. ¿De qué manera regresaron los ungidos a “las veredas de mucho tiempo atrás”, y cuándo lo hicieron? (Jer. 6:16.) [12 de mzo., w05 1/11 pág. 24 párr. 12.]
12 Desde finales del siglo XIX, los seguidores ungidos de Cristo se han aplicado a sí mismos el consejo deJeremías 6:16. Como colectividad, han encabezado el regreso sincero a “las veredas de mucho tiempo atrás”. En contraste con la cristiandad apóstata, han conservado con fidelidad “el modelo de palabras saludables” que estableció Jesucristo y que apoyaron sus fieles discípulos del siglo I (2 Timoteo 1:13). Hasta el día de hoy, los ungidos se ayudan mutuamente —y también a sus compañeros de las “otras ovejas”— a seguir el modo de vida feliz y saludable que la cristiandad ha abandonado (Juan 10:16).
4. ¿Podemos decir que sigue habiendo hoy “bálsamo en Galaad”? (Jer. 8:22.) [19 de mzo., w10 1/6 pág. 22 párr. 3–pág. 23 párr. 3.]
¿Qué hay de nosotros? En nuestros tiempos, “las buenas nuevas del reino” siguen siendo igual de reconfortantes (Mateo 6:109:35). Así lo demuestra el caso de Roger y Liliane. En enero de 1961, este matrimonio aprendió que Dios ha prometido darnos la vida eterna. Para ellos fue como si les hubieran aplicado un bálsamo para aliviar sus heridas. Liliane recuerda: “Pensar en lo que acababa de aprender me dio tanta alegría que me puse a bailar por toda la cocina”. Roger, que llevaba diez años con una parálisis parcial, añade: “Cuando aprendí que el dolor y las enfermedades desaparecerán y los muertos resucitarán, me sentí muy feliz y recuperé la alegría de vivir” (Revelación [Apocalipsis] 21:4).
Por desgracia, en 1970, este matrimonio perdió a su hijo, que tenía 11 años. Pero no se hundieron en la desesperación. Más bien, comprobaron por sí mismos que Jehová “está sanando a los quebrantados de corazón, y está vendando sus partes doloridas” (Salmo 147:3). La esperanza de volver a verlo les trajo gran consuelo. Y hoy, cincuenta años después de conocer la verdad bíblica, las buenas nuevas del cercano Reino de Dios aún les ayudan a seguir adelante y a sentirse felices.
Una curación aún mayor
Este ejemplo demuestra que, en sentido espiritual, el bálsamo de Galaad sigue disponible hoy. Las buenas nuevas del Reino ejercen un efecto calmante en el corazón de quienes sufren, pues les dan consuelo y esperanza. Y lo mejor de todo es que este bálsamo está a nuestro alcance. ¿Qué debemos hacer si deseamos aplicárnoslo? Abrirle el corazón a la Palabra de Dios y dejar que su mensaje influya en todo aspecto de nuestra vida, tal como ya lo han hecho millones de personas.
Ahora bien, este bálsamo no es más que un anticipo de una curación mucho mayor que está por llegar. Felizmente, ya queda muy poco tiempo para que Jehová Dios realice “la curación de las naciones”, lo que en última instancia significará la vida eterna. Cuando llegue ese momento, nadie tendrá motivos para decir: “Estoy enfermo”. ¡Cuánto consuelo nos proporciona el bálsamo de Galaad! (Revelación 22:2Isaías 33:24.)
5. ¿En qué sentido puede Jehová sentir pesar tras dictar una condena? (Jer. 18:78.) [2 de abr., jr pág. 151, recuadro.]
¿CÓMO ‘SIENTE PESAR’ JEHOVÁ?
La grandeza del perdón de Dios se percibe en la manera como trata a quienes han practicado el pecado pero luego cambian de actitud. Cuando ve que dan un giro a su vida y le obedecen, ‘siente pesar’ (Jer. 18:8;26:3). ¿En qué sentido?
Dios es perfecto y nunca yerra en sus juicios, de modo que no siente pesar en el sentido de que se arrepiente de haber dado un fallo erróneo, como le puede suceder a un ser humano. Más bien, siente pesar en el sentido de que modifica su manera de obrar, de acuerdo con el cambio de actitud que observa.
No se trata simplemente de que Jehová anule la condena, sino que cambia sus sentimientos hacia los pecadores arrepentidos. Según algunos eruditos, el origen del verbo hebreo que se traduce “sentir pesar” en los versículos anteriores alude al acto de “respirar profundamente”, quizás hasta dando un suspiro. Esto puede dar a entender que cuando Jehová ve auténtico remordimiento en el corazón, respira profundamente, por así decirlo, dando un suspiro de alivio. Ahora puede mostrarle al arrepentido la afectuosa atención de la que disfrutan quienes tienen su aprobación. Es verdad que el pecador quizás tenga que afrontar ciertas consecuencias, pero a Dios le complace su cambio de actitud y amortigua “la calamidad”, o disciplina, que de otro modo merecería (Jer. 26:13). ¿Qué juez humano tiene esa disposición a reconocer el verdadero arrepentimiento? A Jehová le deleita hacerlo (Jer. 9:24).
6. ¿Cómo “embaucó” Jehová a Jeremías, y qué lección nos enseña esto? (Jer. 20:7.) [2 de abr., jr pág. 36 párr. 8.]
Jehová de ningún modo lo engañó con tretas y artimañas, sino que lo “embaucó” en un sentido positivo, para bien. Jeremías no se sentía con fuerzas para cumplir la misión que Dios le había confiado, pues la oposición de sus adversarios era muy grande; no obstante, con el respaldo del Altísimo lo consiguió. Puede decirse, entonces, que Jehová se impuso sobre Jeremías porque fue más fuerte que él y sus propias inclinaciones. Cuando este hombre piadoso creyó que había llegado al límite y que ya no daba más, Jehová ejerció sobre él una fuerza persuasiva de modo tal que lo “embaucó”. Gracias al poder de Jehová superó sus debilidades y no dejó que la apatía ni el rechazo ni la violencia le impidieran predicar.
7. ¿En qué sentido quedaban santificados los enemigos de Israel? (Jer. 22:6-9.) [9 de abr., it-1 pág. 1059 párr. 5.]
Cuando era necesario castigar al Israel infiel, a los ejércitos extranjeros que llevaban la destrucción se les consideraba ‘santificados’, en el sentido de que Jehová los había ‘apartado’ para la ejecución de sus justos juicios. (Jer 22:6-9Hab 1:6.) De manera similar, Jehová llamó a las fuerzas militares (principalmente los medos y los persas) que destruyeron a Babilonia: “Mis santificados”. (Isa 13:1-3.)
8. ¿Por qué podía Jehová decirle con toda justicia a su nación: “Te he atraído con bondad amorosa”? (Jer. 31:3.) [23 de abr., jr págs. 142-144 párrs. 8-11.]
La faceta de la personalidad divina que conocemos como bondad amorosa, o amor leal, es difícil de definir en muchos idiomas. Según un diccionario bíblico, el término hebreo engloba tres significados que siempre interactúan: fuerza, constancia y amor. La misma obra señala: “Cualquier traducción del término que no expresa las tres acepciones inevitablemente perderá algo de su riqueza”. Así, la persona que manifiesta bondad amorosa es más que buena; pone todo su empeño en ayudar a los demás a que satisfagan sus necesidades, sobre todo las espirituales. La razón principal por la que obra de manera tan desinteresada es su deseo de agradar al Todopoderoso.
La mejor manera de captar la esencia de la expresión bíblica “bondad amorosa” es estudiando cómo trató Dios a sus siervos a lo largo de la historia. Jehová protegió y alimentó a los israelitas mientras vagaron cuarenta años por el desierto. En la Tierra Prometida les proporcionó jueces para rescatarlos de sus enemigos y hacerlos regresar a la adoración pura. Dado que Jehová estuvo a su lado durante siglos, tanto en los buenos como en los malos tiempos, pudo decirle a la nación: “Con un amor hasta tiempo indefinido te he amado. Por eso te he atraído con bondad amorosa” (Jer. 31:3).
10 Hoy, Jehová sigue mostrando bondad amorosa de maneras que benefician directamente a sus siervos. Pensemos en la oración. Él oye todas las oraciones sinceras, pero presta especial atención a las de sus siervos dedicados. Aunque le hablemos de los mismos problemas por años, no pierde la paciencia con nosotros ni se cansa de oír nuestros ruegos. En cierta ocasión, Jehová le mandó a Jeremías que entregara un mensaje a un grupo de judíos cautivos en Babilonia. Estaban a 800 kilómetros (500 millas) del templo, alejados de sus familiares y amigos en Judá. Sin embargo, el hecho de estar tan lejos del templo no impidió que Jehová oyera sus ruegos y sus expresiones de alabanza. Teniendo presente lo que sentimos cuando obtenemos respuesta a nuestras oraciones sinceras, imaginémonos el consuelo que sintieron aquellos judíos al oír las palabras divinas recogidas en Jeremías 29:10-12 (léase).
11 Observamos otra muestra de la bondad amorosa de Jehová en su actitud positiva. Al aproximarse la caída de Jerusalén y no cesar la rebelión de sus habitantes —lo que en realidad equivalía a rebelarse contra Dios—, ¿qué les aguardaba a estos en el futuro? ¿Tal vez morir de inanición o a manos de los caldeos? En el mejor de los casos, un largo exilio y la muerte en tierras extrañas. Jehová, en cambio, tenía una “buena palabra” para los que se arrepintieran y cambiaran. Prometió ‘dirigirles su atención’ y ‘restaurarlos a su lugar’, es decir, llevarlos de vuelta a su patria desde la lejana Babilonia (Jer. 27:22). Por ello, se les oiría exclamar: “¡Elogien a Jehová de los ejércitos, porque Jehová es bueno; porque hasta tiempo indefinido es su bondad amorosa!” (Jer. 33:1011).
9. ¿En qué sentido puede tenerse la ley de Dios escrita en el corazón? (Jer. 31:33.) [23 de abr., w07 15/3 pág. 11 párr. 2.]
31:33. ¿En qué sentido se tiene la ley de Dios escrita en el corazón? Cuando alguien ama la ley divina al grado de sentir un ferviente deseo de hacer la voluntad de Jehová, puede decirse que tiene esa ley escrita en el corazón.
10. ¿Cuál era la razón de hacer dos escrituras de la misma transacción? (Jer. 32:10-15.) [30 de abr., w07 15/3 pág. 11 párr. 3.]
32:10-15. ¿Cuál era la razón de hacer dos escrituras de la misma transacción? La escritura abierta servía de fuente de consulta; la sellada era una copia para comprobar la exactitud de la primera si fuese necesario. Jeremías siguió los trámites legales pertinentes incluso cuando hizo tratos comerciales con un pariente y consiervo, lo que es un buen ejemplo para nosotros.