20120403

Texto del Martes 3 de abril de 2012

Yo amo al Padre (Juan 14:31).
Durante su vida en la Tierra, Jesús manifestó un inmenso amor por su Padre. Además, siempre demostró gran amor por el prójimo (Mat. 22:35-40). Lejos de ser rudo o dominante, actuó con bondad y consideración. Por eso hizo esta invitación a los mansos: “Vengan a mí, todos los que se afanan y están cargados, y yo los refrescaré” (Mat. 11:28-30). Al conocer la maravillosa personalidad de Cristo y su alentador mensaje, jóvenes y mayores encuentran un gran alivio, particularmente si han sufrido opresión. Fijémonos ahora en la forma en que Jesús se relacionó con el sexo femenino. A lo largo de la historia, un gran número de hombres han tratado muy mal a las mujeres. Y los líderes religiosos del antiguo Israel no fueron la excepción. Sin embargo, el Hijo de Dios fue respetuoso con ellas. Sirva como ejemplo la forma en que reaccionó ante una pobre enferma que llevaba doce años padeciendo hemorragias (Mar. 5:25-34). w10 15/5 1:6-8


Lectura bíblica para la Conmemoración: Marcos 11:20–12:27, 41-44 
(11 de nisán durante el día)