20120408

Texto del Domingo 8 de abril de 2012

Alcen los ojos y miren los campos, que están blancos para la siega (Juan 4:35).


Jesús no les estaba hablando a sus seguidores de cosechar grano, sino de reunir hombres y mujeres de buen corazón, quienes se convertirían en discípulos suyos. En realidad, los estaba invitando a poner manos a la obra: ¡tenían mucho que hacer y muy poco tiempo disponible! Esas palabras de Jesús cobran hoy un sentido muy especial, ya que los campos de la humanidad están muy maduros, sí, “blancos para la siega”. De hecho, la invitación a aceptar las vivificantes verdades de la Biblia se ofrece todos los años a millones de personas, y miles de nuevos discípulos la aceptan y se bautizan. Tenemos el honor de participar en la cosecha más grande de todos los tiempos, bajo la dirección del Amo de la siega, nuestro Dios Jehová (1 Cor. 15:58). w10 15/7 3:1, 2

Lectura bíblica para la Conmemoración: Marcos 16:2-8 (16 de nisán durante el día)

2 Y muy de mañana, el primer día°de la semana, vinieron a la tumba conmemorativa, cuando el sol había salido.° 3Y se decían unas a otras: “¿Quién nos removerá la piedra de la puerta de la tumba conmemorativa?”. 4 Pero alzando los ojos, vieron que la piedra había sido removida, a pesar de ser muy grande.° 5 Cuando entraron en la tumba conmemorativa, vieron a un joven sentado a la derecha, vestido de una ropa larga blanca, y se aturdieron.° 6 Él les dijo: “Dejen de aturdirse. Ustedes buscan a Jesús el Nazareno, que fue fijado en un madero.*° Fue levantado;°no está aquí. ¡Miren! El lugar donde lo pusieron.° 7 Pero vayan, digan a sus discípulos y a Pedro: ‘Él va delante de ustedes a Galilea;°allí lo verán, así como les dijo’”.° 8 De modo que, cuando salieron, huyeron de la tumba conmemorativa, porque temblor y fuerte emoción se habían apoderado de ellas. Y no dijeron nada a nadie, porque temían.*°