Ustedes ciertamente dirán: “El camino de Jehová no está bien ajustado”
(Eze. 18:25).
L os israelitas cayeron en este error y llegaron a una conclusión equivocada sobre la forma en que Jehová los trataba. Observemos lo que Dios les dijo: “Oye, por favor, oh casa de Israel. ¿No está bien ajustado mi propio camino? ¿No son los caminos de ustedes los que no están bien ajustados?”. Si no queremos caer en el error de juzgar a Jehová según las normas humanas, debemos reconocer que nuestra visión de las cosas es limitada y a veces incluso errónea. Job aprendió esta lección. Al atravesar una época muy angustiosa que lo sumió en el abatimiento, se centró tanto en su dolor que no se dio cuenta de que había en juego cuestiones de mayor importancia. Pero Jehová le ayudó con amor a ver los asuntos con más claridad. Al plantearle más de setenta preguntas que Job no supo contestar, le hizo ver lo limitada que era su capacidad de comprensión. El patriarca fue humilde y rectificó su forma de pensar (Job 42:1-6). w10 15/10 1:5, 6