20120310

Texto del Sábado 10 de marzo de 2012

Tendrá súbditos de mar a mar y [...] hasta los cabos de la tierra (Sal. 72:8).

¿No nos conmueve el corazón la esperanza de vivir eternamente en un paraíso terrestre?
Así debió de sentirse el malhechor que estaba fijado en un madero cuando Jesús le dijo:
 “Estarás conmigo en el Paraíso” (Luc. 23:43). Resucitará durante el Reino de Mil Años y, si 
se somete a la autoridad de Cristo, vivirá para siempre y disfrutará de perfecta salud y 
felicidad. Durante el reinado de Jesucristo, “el justo brotará”, es decir, florecerá o 
prosperará (Sal. 72:7). Cristo demostrará su amor y tierno cuidado tan ampliamente como 
cuando estuvo en la Tierra. En el nuevo mundo prometido, todos los seres humanos —hasta 
los “injustos” que resuciten— tendrán la maravillosa oportunidad de obedecer las normas 
divinas y seguir viviendo (Hech. 24:15). Por supuesto, se eliminará a quienes no acepten las 
condiciones que Jehová fije. Así nada enturbiará la paz del nuevo mundo. w10 15/8 4:11-13