20120421

Texto del Sábado 21 de abril de 2012

Nosotros hemos dejado nuestras propias cosas 
y te hemos seguido (Luc. 18:28).

En vista de lo importante que es la predicación, merece que le dediquemos todo el tiempo y energías que podamos. Y esta es la loable actitud que demuestran muchos cristianos. Las personas suelen actuar con un mayor sentido de urgencia cuando ven que se aproxima la fecha límite o el fin de un plazo. Nosotros vivimos precisamente en el tiempo del fin, y existen abundantes pruebas bíblicas e históricas que lo demuestran (Mat. 24:3332 Tim. 3:1-5). No obstante, ningún ser humano sabe la fecha exacta en que llegará el fin, como dejó claro Jesús al hablar sobre “la señal [...] de la conclusión del sistema de cosas”. Él dijo: “Respecto a aquel día y hora nadie sabe, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino solo el Padre” (Mat. 24:36). Siendo así las cosas, a algunos cristianos —sobre todo a los que llevan muchos años esperando— se les hace difícil a veces mantener el sentido de urgencia (Pro. 13:12). ¿Es ese su caso? w10 15/12 1:3, 4